Pertenece a la colección de kiosko "Microcoches de Antaño" de la editorial Altaya España.
Producido entre 1950 y 1953, el microcoche Rovin D4 fue la evolución del modelo D3. Caracterizado por su calandra más ancha y sus faros situados a mayor altura, el D4 llegó a vender unas 1.200 unidades gracias sobre todo a sus interesantes prestaciones (alcanzaba los 85 Km/h) y a su cuidado diseño.
Tras la Segunda Guerra Mundial, el piloto y constructor de motos Raoul De Rovin (un aristócrata militar de origen español) concibió una serie de cochecitos con uno y dos cilindros enfrentados que fueron producidos por su hermano Robert en las instalaciones de la marca de automóviles de lujo Delaunay-Belleville situadas en Saint-Denis, cerca de París.
Esta serie de cochecitos comenzaba con la letra D y su primer representante, el D1, fue presentado como prototipo en el Salón de París de 1946. Aunque no fue comercializado daría lugar a una evolución que terminaría con su modelo de mayor éxito (el D4) hasta el cese de la marca en 1959, llevada en soledad por Robert ya que diez años antes había fallecido su hermano Raoul.
El D4 se movía gracias a un propulsor de dos cilindros y 462 cm3 alimentado por una mezcla de gasolina y aceite con unos 13 CVs de potencia. Este motor llevaba los cilindros enfrentados y las válvulas en posición lateral y se hallaba instalado en una carrocería de estilo "pontón" para dos plazas, al igual que su antecesor el D3, pero ahora la estructura se hallaba más protegida contra la intemperie.
También incluía una nueva caja de cambios manual de cuatro velocidades, frenos accionados por cable y dirección por cremallera y piñón. El modelo tuvo algunos cambios estéticos y una mejora en las suspensiones de ballestas al final de su vida comercial, pero estuvo en catálogo hasta la desaparición de la marca en 1959 sin que se sepa bien cual fue la cantidad de unidades vendidas (el acumulado hasta 1953 fue de 1.200, siendo ese año el último contabilizado con 110 ejemplares).
Rovin (a veces "R de Rovin") quedó en el recuerdo como uno de los últimos "grandes" constructores de microcoches galos y el que más produjo, logrando en alguno de sus años alcanzar las 400 unidades. Al igual que le sucedió a otros fabricantes su desaparición se debió, entre otros factores, a la aparición de coches más capaces y económicos como el Renault 3 o Citroën 2CV; no obstante también es recordado por su buena producción motociclística.
Nuevamente otro microcoche aunque esta vez con un aspecto algo más serio y cercano a lo que entonces se definía como coche. Me resulta un poco extraño el diseño con esa línea fluida interrumpida con la presencia de esos faritos sin integrar, pero esto le dotaba de mucha personalidad y diferenciación. En todo caso la miniatura supo tomar el testigo y mostrarnos otro modelito muy cuidado, con finos detalles (qué ruedecitas tan encantadoras!) incluyendo una buena capota y un excelente trabajo de pintura. Solamente me defraudaron un poco los pinchitos, tan frecuentes en esta colección, algunas luces pintadas y un interior demasiado "pelado". No obstante en un modelo tan diminuto son aspectos que pasan casi desapercibidos y quedan como totalmente disculpables.
Muy simpático, aunque no me animaría acelerar a 85 con esas rueditas de de juguete.
ResponderEliminarEl modelo está muy esmerado y hasta se ve bien armado, no sé cuánto dolor de cabeza habrá tenido el chino armador, pero desde ya, desde estas lejanas pampas, lo felicito!
OFFTOPIC:
Esas luces fuera de borda, me recuerdan al Renault R5 Diamant, te dejo link, por si no lo conocieras:
https://www.caranddriver.com/es/coches/novedades/a40509004/renault-5-diamant/
Yo ni de coña voy con ese chisme a más de 60, un fallo o algún imprevisto y te vas a reunir con Diosito. Eso si no quedas desbaratado. Aplica en general para el 90% de los carricoches de la colección...
EliminarGracias por el link, de verdad no sé por qué le hicieron eso al R5. No era necesario, pero bueno, alguno siempre se aburre y se pone a diseñar esas cosas.
p.d. Feliz Cumpleaños!
gracias!
EliminarDe nada, es lo mínimo que mereces!
EliminarA mi gusto, prolija copia de un auto poco vistoso, aunque los ojos saltones le dan un no se qué. Por ahí, un color mas llamativo (como el rojo de la foto, quizás, o algún otro no tan neutro), pero, y nunca mejor dicho, para gustos...los colores. Se nota esmero en detalles las minúsculas llantas así lo denotan, y, al menos en fotos, pareciera tener un armado muy digno, y eso que el espacio es breve.
ResponderEliminarOtra interesante miniatura (nuevamente aplicado en todo sentido) de la colección de microcoches.
Un gran abrazo.
Luis
Yo creo que le dan personalidad, pero según mi gusto parece una zapatilla cruzada con una rana. Esto sí que es un microcoche y no el Vignale, estando totalmente justificada su inclusión. Y, por otro lado, el diseño me parece mucho más racional que el del Biscúter y afines.
EliminarMe alegro de que te haya gustado la miniatura, a mí también me agradó bastante.
Abrazos!!
Bonita miniatura, me gustan esos tonos pasteles típicos de aquellos años. Aunque pienso yo que luciría mejor sin la capota como el modelo real fotografiado.
ResponderEliminarSaludos!
Pues puede que sí, no lo había pensado (lo de que luce mejor descapotado). En todo caso hicieron un trabajo excelente con la capota.
EliminarSaludos.