Citroën Acadiane Feuer-Ente de Eligor

Pertenece a la colección francesa "AutoPlus 2CV Citroën" editada por Hachette.

Lanzada en 1978 por el gigante francés Citroën, la Acadiane tuvo una vida comercial de unos diez años en Francia pero el germen de este pequeño vehículo comercial ya estaba presente en los años 60 cuando la marca deseó darle el relevo a su famoso modelo 2CV, pues ya se estaba quedando obsoleto frente a su competencia que ya desarrollaba carrocerías con quinta puerta (como por ejemplo el Renault 4). Así, la marca del chevrón puso a la venta el Dyane siguiendo los designios del gabinete de diseño de Panhard: crear un vehículo de vanguardia pero que siguiese la filosofía que había hecho del 2CV un completo éxito mundial.

Las características del Dyane eran tan próximas a la del 2CV que permitieron utilizar las mismas líneas de montaje para los dos modelos, aunque el nuevo Dyane (pese a los intentos de Citroën) no hacía olvidar a su antecesor. Como ocurrió en el caso del derivado comercial del 2CV también el Dyane tuvo el suyo, llamándose en su país de nacimiento "Acadiane" (un nombre derivado de Dyane y AK, la denominación interna para las furgonetas de la marca). No obstante en España no la conocimos por ese nombre, siendo simplemente llamada como Dyane 6/400.

Inicialmente la Acadiane llevó el mismo motor bicilíndrico que el Dyane 6 pero posteriormente se cambió al que llevaba el Ami 8 (de aproximadamente 31 CVs de potencia), permitiendo alcanzar los 102 Km/h gracias en parte a una aerodinámica más favorable que la de la furgoneta 2CV. La carrocería tomaba prestadas las aletas delanteras y la caja trasera de dicho modelo pero el frontal y el capó eran del nuevo Dyane. Los paragolpes tenían un nuevo diseño, el interior era más confortable (incluyendo cinturones de seguridad autoenrrollables) y ahora la frenada era más segura gracias a los frenos de disco delanteros. También mejoraron las ventanillas laterales (podían subir y bajar!), en el interior aparecieron detalles tales como los aireadores orientables, reposabrazos y hasta un cenicero... pero el salpicadero seguía siendo el mismo que el de su ancestro. Como opcionales, el embrague centrífugo y el asiento del pasajero abatible. Es preciso anotar que el modelo español tenía un lado más práctico aún ya que incorporaba asiento trasero para pasajeros, rechazando la marca ofrecer esta posibilidad a su clientela francesa.

Para finales de la década de los ochenta el modelo ya estaba muy desfasado y lo peor era que no ofrecía motorización diesel, por lo que Citroën "jubiló" al modelo para sustituirlo por la mucho más avanzada (y práctica) Citroën C15. Así, tras 253.000 ejemplares producidos la Acadiane dijo adiós o más bien "hasta luego", ya que prosiguió una segunda carrera en otros lugares del mundo como Irán (modelo 602) o la extinta Yugoslavia (Cimos Citroën Dak y Geri).

Una versión un tanto especial de la Acadiane fue la creada por el alemán Roland Reichert en 1999 sobre la base de la AK Dyane (así se llamaban en el país germano) de 1982. Respetando la anchura del modelo y su motor, la Feuer-Ente ("Ente" es la apelación familiar que recibe el 2CV en Alemania) se vio alargada hasta los 4,70 metros para recibir un doble eje equipado con cuatro frenos de tambor, además de toda la parafernalia propia de un camión de bomberos incluida su escala extensible. Este modelo causa furor en todas las concentraciones de los amantes del 2CV y derivados, siendo lo mejor de todo el hecho de que está perfectamente homologada para circular por carretera.


























En esta ocasión elijo un modelo un tanto raro y especial para comenzar de una forma lo más original posible este nuevo 2015 que comienza en el Garaje. Mi Acadiane se presenta en blister formando parte de una colección editada por la revista AutoPlus (exactamente es el número 7) dedicada a todas las variantes del Citroën 2CV. Naturalmente y siendo un modelito tan exótico y de buena calidad (precisión no le suele faltar al fabricante francés Eligor) resulta raro hallarlo a buen precio pero tuve la suerte de encontrarlo en oferta y no dudé mucho en lanzarme a por él, pues es un "viejo conocido" mío y le tenía muchas ganas. Confiando en haberos sorprendido un poco, debo pasar a comentar que la miniatura en general cuenta con muchos detalles pero la calidad del producto se resiente un poco a causa de fallos en el pintado y colocación de algunas piezas (como los pilotos traseros). Tampoco el interior se salva, pero en general la sorpresa y la simpatía que destila el cochecito (o más bien camioncito?) hace que queramos ponerlo en un lugar preferente de la vitrina ya que es un modelo de los que no se ven todos los días...