El Garaje Algabeño

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Pegaso 3045D "Cisterna de combustible E.T." de IXO/Salvat (c) 2024 Antonio Sivianes Gaviño

jueves, 2 de diciembre de 2021

Renault Dauphine de la Ed.Atlas

 


El Renault Dauphine (de la palabra "Delfina" referida en Francia a la persona heredera del trono) fue un automóvil familiar de tipo medio/bajo construido por la Régie entre 1956 y 1970 en una multitud de factorías mundiales. Este sedán de cuatro puertas y tres volúmenes apto para cuatro personas fue concebido para intentar llenar el hueco que había entre el exitoso 4CV y el Frégate; a lo largo de su vida comercial sobrepasó las dos millones de unidades hasta la aparición de su sustituto el Renault 8.

En la génesis del Renault Dauphine se tuvo muy en cuenta mejorar algunos aspectos que habían quedado algo descuidados en el 4CV como la falta de habitabilidad y escasa comodidad, pero sin que los costos de producción se disparasen. De esa forma el presidente Pierre Lefaucheux fue a EEUU a estudiar los últimos métodos de producción en masa y a su vuelta tuvo claro que para su nuevo proyecto debía conservar todos los elementos mecánicos que pudiese del viejo modelo pero insertados en una carrocería nueva y más actual. Para ello Ghia les echó una mano y finalmente presentaron hacia 1953 un par de prototipos que realizaron pruebas de resistencia en España, complementadas posteriormente con otras en varios países europeos hasta totalizar 2,5 millones de km recorridos.

Desafortunadamente Lefaucheux se mató en un accidente de automóvil en 1955 entrando en su lugar Pierre Dreyfus, quien decidió ofrecer 120 modelos pre-serie a la prensa para que los fuese evaluando. La puesta de largo del modelo definitivo tuvo lugar en tres fases y lugares, siendo mostrado al público durante la celebración del Salón de Ginebra de 1956.

El Dauphine mostraba unas formas redondeadas bastante agradables diseñadas bajo el estilo "pontón" entonces muy en boga, mientras que su interior contó con la mano de la diseñadora de moda Paule Marrot. Lo que no agradó tanto fue la mala distribución de peso (recordemos que era un modelo "todo atrás") que hizo que el Dauphine fuese considerado como un coche peligroso de conducir en condiciones de mala adherencia de la carretera. Y también hubo bastantes críticos que no apreciaron las líneas de la nueva carrocería.

La tirada inicial contó con un bloque de cuatro cilindros a gasolina con 845 cm3 de cubicaje con árbol de levas lateral y carburador, rindiendo tan solo 26 CVs mientras que la caja de cambios era de tipo manual con tres velocidades estando la primera sin sincronizar, aunque como opción había una caja con embrague electromagnético. La suspensión era independiente y los frenos a base de tambores; en cuanto al interior su puesto de mando era sencillo pero elegante con un completo cuadro de mandos que incluía temperatura de agua, carga de dinamo, presión de aceite y nivel de combustible; el maletero cubicaba doscientos litros de capacidad y debajo de él se encontraba la rueda de repuesto.

La carrera comercial del Dauphine comenzó de forma prometedora al alcanzar elevadas cifras de venta, con unas cantidades que la nueva factoría de Flins apenas colmaba. No obstante Renault no se durmió en los laureles y no dejó de mejorar su producto incrementando el aislamiento del interior, reforzando la estructura y preparando el desembarco a otros mercados como el estadounidense o el alemán, país en donde también cosechó un buen éxito frente a rivales como el VW "Escarabajo". Posteriormente el preparador Gordini aportó su buen hacer al crear una versión con motor revisado que veía su potencia ascender hasta los 37 CVs; este modelo incluía muchas novedades y debido a su alta demanda influyó en que el modelo base llegase a los 31 CVs a partir de 1958.

En la década de los 60 apareció la versión Ondine con un aspecto más distinguido que también tuvo su variante Gordini, en este caso con 40 CVs de potencia; se estrenaron los frenos de disco para todas las ruedas en el modelo 1093 e incluso apareció una nueva suspensión llamada "Aérostable" aunque poco difundida. Sin embargo era evidente que el modelo ya no era competitivo en Europa a partir de mediados de la década al haber aparecido muchos contendientes con motor detrás, como el FIAT 850, el NSU Prinz IV o el SIMCA 1000. Por ello cesó la producción europea en diciembre de 1967 pero al otro lado del Atlántico aún seguiría a la venta en Argentina hasta en 1970.










Los Dauphine son otra presencia habitual en el mundo de las miniaturas a 1:43 (y en cualquier otra escala diría yo) y por ello de cuando en cuando siguen apareciendo nuevas versiones, habiendo para todos los gustos y bolsillos. En el caso de la réplica de hoy es una de las últimas que aparecieron en los kioskos franceses  formando parte de una serie llamada algo así como "Coches de nuestros padres", con una buena presentación y cierta calidad. Sin embargo, y una vez pasado el efecto sorpresa ("qué bonito es"!) vemos que no es oro todo lo que reluce y pronto caemos en lo deformada que resulta la miniatura con esa pintura tan densa, un interior más bien juguetero y muchos "cromados" lamentables; tampoco hay apenas piezas de plástico insertadas pero por lo poco que cuesta este Dauphine merece la pena.


















8 comentarios:

  1. Con esta bigotera no lo había visto y me gusta una muy buena pieza, estos de Atlas dan muy buen resultado y este es uno de ellos

    Saludos

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    1. Éste es uno de mis Renault preferidos, cuando lo vi tan barato y tan bonito no me pude resistir.

      La delantera es única, no he encontrado ningún modelo con ella sea en foto o en otra miniatura. Será un añadido que le puso un propietario posteriormente?

      Saludos!

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  2. Por acá, arrancó llamándose Dauphine, y, posteriormente, pasó a llamarse Renault Gordini, teniendo algún caballo más, caja de 4ª y poco a poco, algunos pequeños toques estéticos (cambió llantas, molduras, tablero, etc), incluso, se vendía como kit, el equipo 1093, que constaba de diversos elementos para hacerlo mas picante. Personalmente, lo encuentro agradable, y me hubiera gustado ver una versión coupé (no necesariamente el Ondine). Algunos preparadores/artesanos, fueron haciendo unas cuantas travesuras, uno de ellos (Varela) hizo un dos puertas con otra caída de techo, por ejemplo, incluso llegó a asustar a autos mas grandes en carreras de turismo carretera (el TC es la categoría mas antigua, a la vez la mas popular de argentina) cuyas cilindradas triplicaban a la del rechoncho Renault, dicho auto se conoció como el ratón escandaloso, y tiene una historia corta pero interesante. Coincido contigo que a la miniatura le sobra bastante pintura, aunque defiende bastante bien la forma, obviamente, entre la simpleza del modelo original y el costo reducido del fabricante, no sería lógico esperar muchas florituras, veo prolijas las molduras laterales y los bigotes (aunque esos no me entusiasman) aunque, muy groseros los marcos plateados de la luneta, supongo que en algún momento les llegará el inolvidable, con las pequeñas diferencias del cordobés (fabricado en Córdoba, Argentina, por IKA Renault ) Un gran saludo. Luis

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    1. Sí, ya leí un poco de la historia de este modelo allá en Argentina, creo que puse algo de eso en la entrada. También estuvo fabricado en España si mal no recuerdo, aunque me parece que se llamaba Ondine, como la sirena.

      Es un coche con un diseño muy particular, tiene su carácter y es inconfundible sin duda. Curioso lo que refieres del "ratón escandaloso", me parece que algo ya había leído en una entrada del blog del insigne Gaucho Man.

      La miniatura no está mal, aún hay otra que me gusta más de un coleccionable francés llamado "La Route Bleue", con diorama. Conozco el que dices de la serie argentina y ya hace mucho que está disponible por la tienda de Salvat, se ve bonito.

      Abrazos y pasa buen finde!

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  3. Quizás en la mano sea otra cosa, pero por lo que se ve en las fotos no se ve tan mal. A mí lo único que me hace ruido es la franquicia que separa el capot trasero del panel que contiene patente, lamas y luces. Ahí hay algo raro ahí pero no sabría decir qué es.
    Si es por criticar, me enojo con el burlete del parabrisas, demasiado explícito, y tal vez un color más pastel le hubiera resaltado más las luces traseras.
    Así: color pastel, por ejemplo celeste clar, y las lamas en celeste oscuro, por qué esas rayitas tienen que ser siempre negras?

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    1. Lo juzgué tal vez demasiado duramente, pero es que no se me quita de la cabeza el aspecto un poco juguetero que tiene. Algo que ya he observado con otros modelos de Atlas, como en el caso de los de la serie de la RDA.

      Afortunadamente creo que hay miniaturas del Ondine/Gordini/Dauphine para dar y tomar, o como solemos decir por Andalucía "hay más que perros descalzos".

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  4. Mas bien coches de nuestros abuelos, diría yo.
    Motor atrás + poco peso = a diversión al volante, aunque con aquellas direcciones y neumáticos de la época sentiría mas bien peligro.
    A mi la miniatura al menos en fotos me convence...ahora bien me fio de tu criterio tu tienes la ultima palabra.

    Un saludo!

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    1. Sí, de abuelos, aunque por edad a mi padre le podía haber tocado llevar uno en su juventud.

      Gracias por confiar en mi criterio, yo la verdad es que no entro nunca en demasiados detalles por que parece que estoy diseccionando un cadáver... además lo mucho cansa. Estoy interesado un 75% en el modelo real y un 25% en la miniatura, mi vía por la cual llego al mundo de los vehículos a motor es el modelismo estático.

      Saludos!!

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