Pertenece a la colección "Coches de Rallye", de la editorial Altaya.
Presentado en 1961 como una evolución del A108 este coche compartía muchas piezas con el Renault 8 pero con la base en forma de viga de acero y la carrocería de fibra de vidrio pegada mediante resinas. Existió con varias motorizaciones hasta que se dejó de construir en 1978. No solo se construyó en Francia; en España, México, Brasil y Bulgaria también salió de las líneas de montaje bajo licencia.
Su fama se debe, sobre todo, a causa de su deportividad al haber ganado muchos rallyes de la época (notablemente, el de Montecarlo en 1971). Tuvo gran cantidad de preparaciones (hasta con inyección electrónica) pero el coche quedó obsoleto a finales de los 70 con la aparición de rivales tales como el Lancia Stratos. Lo que no quita para que sea considerado uno de los mejores coches de rallye de todos los tiempos.
El modelo que presento aquí participó en el Rally de Portugal de 1973, resultando ganador (la segunda plaza también fue para otro A110). Es una buena miniatura, bonita, proporcionada y con muchos detalles. Por el precio que tiene, es una compra muy acertada si a uno le gustan los modelos de rallye antiguos, como es mi caso, pero hay que reconocer que en esta gama de precios las versiones creadas por Eligor resultan más finas.
Otro mas que compartimos !
ResponderEliminarY estoy seguro que Juanh tambien lo tiene.....
Saludos !
¡Exacto Mauro! Pero el que yo tengo Antonio es uno con la misma decoración, pero con el nº 18; también es de Ixo-Altaya y de 1973.
ResponderEliminarUn gran auto, cuando era chico miraba sus fotos en las revistas y me asombraba de sus formas deportivas. Sólo fue desbancado en mi gusto por el Lancia Stratos.
Abrazos!
He visto este coche en vivo y he de decir que me asombra cómo alguien se podía meter ahí. Y encima, no tenían aire acondicionado, con esa cúpula, el calor del motor, y la temperatura que se alcanza en una carrera se me antoja una heroicidad. Debió ser un coche muy incómodo de conducir.
ResponderEliminarEl resto, sin palabras, es la deportividad hecha automóvil. Parece que siempre tiene ganas de salir disparado.
Un saludo y gracias por sus comentarios!