Toyota Sports 800 de NOREV

El afectuosamente conocido (al menos en Japón) "Yota Hachi" fue el primer coche deportivo de producción en serie de Toyota, lanzado en 1965. Fue un producto exclusivo para Japón, montaba un pequeño motor bicilíndrico boxer de 800 cc. con un par de carburadores que daba una potencia de 45 CVs. Con él, era posible alcanzar en pista la velocidad de ¡160 Km/h!, debido sobre todo a su bajo peso, y fue principalmente la respuesta al primer deportivo de Honda, el S500. Como nota curiosa, Toyota usó años después ese motorcito para mover la unidad de aire acondicionado de su autobús Dyna Coaster de 1975...

Los autores del S800 eran Shozo Sato en el apartado del diseño, y la ingeniería que llevaba aparejado el vehículo era obra de nada más y nada menos que Tatsuo Hasegawa, un famoso diseñador aeronáutico con amplia experiencia en aviones de la II Guerra Mundial. El resultado fue una ágil y ligera máquina que además innovó con la adición del primer techo "Targa" (panel extraíble) en un coche de producción en serie, que se podía además guardar cómodamente en el maletero.

Hasta 1969, cuando finaliza su producción, Kanto Auto Works declaró haber construido 3.131 unidades de las que solamente han sobrevivido unas 300. Aunque fue un coche emininentemente diseñado para Japón fue posible adquirir algunas unidades con el volante a la izquierda ya que éstas fueron concebidas para venderse en Okinawa, entonces una colonia militar americana y en la cual se conducía en sentido contrario al de Japón. Y pocos cambios más vio el modelo en su vida de producción, los cuales se reducen a una caja de cambios mejorada con sincronización en todas sus marchas (1968), cambios estéticos en rejilla (1968) e intermitentes en el costado (1969). El resto del tiempo conservó idéntica su carrocería de fino acero y partes de la estructura en aluminio.

No obstante el S800 aún tendría su canto de cisne en 1979, cuando se presentó un modelo movido por turbina de gas en el Tokyo Motor Show de ese año.


























Pasando al comentario de la miniatura, lo primero que salta a la vista es que es verdaderamente minúscula, haciéndome pensar si no es más bien un 1:48 que un 1:43. Esto me ha ocurrido sobre todo en algunos vehículos japoneses clásicos de la marca francesa. No obstante su pequeñez, el modelito tiene muchos detalles que uno puede estar contemplando un rato y que son admirables también por su finura. Realmente no tienen la calidad de construcción de los Ebbro, el especialista japonés en miniaturas clásicas pero tampoco quedaría demasiado lejos y todo ello a unos precios inferiores. El molde y el trabajo de pintado presentan fallos de acabado, pero se resarce bastante en el detallado externo (qué buenos intermitentes laterales!) y no muy brillante el interior a pesar de la inclusión de algún añadido como el "asa de los miedosos" del salpicadero. Es una rareza en mi colección, no muy habitual de encontrar y encima a un precio inmejorable (menos que muchos Altaya!).