Pertenece a la colección de "Vehículos de Reparto y Servicio" de la editorial Salvat España.
En 1982 la popular furgoneta ligera SAVA J4 perdió su nombre para llamarse a partir de entonces como Pegaso J4. Dos años después recibió su último restyling, más bien ligero, pero fundamentalmente seguía teniendo el diseño del original modelo inglés del grupo BMC desde la década de los 60.
Los cambios de 1984 afectaron poco en lo estético, ganando importancia el nombre de Pegaso en la calandra y pasando a ser de color negro (a juego con la parrilla) los cercos de las ventanillas y los paragolpes delanteros y traseros. Sí fue más afectada la mecánica con la mejora de potencia a 50 CVs, la presencia de la llave de arranque o la incorporación de una caja de cambios de cinco velocidades, permitiendo el desarrollo una velocidad máxima de 110 Km/h y disminuyendo la sonoridad.
En cuanto al interior, se renovó el salpicadero (aunque quedaba un poco baja, la instrumentación era totalmente visible) y se añadió un marcador temporizador para el precalentamiento de los inyectores, proceso que duraba medio minuto y que se hacía manteniendo presionado un pulsador. Se contaba también con los intermitentes de emergencia y un ventilador para los días calurosos; también apareció una consola en el centro del salpicadero para contener los documentos del reparto.
Finalmente, y tras más de treinta años de presencia en el mercado español bajo el nombre de varios fabricantes, este modelo de una tonelada de carga útil se despidió del mercado nacional. Muchos autónomos y empresas de todo tipo fueron usuarios del modelo durante aquellos años, como fue el caso de la panificadora multinacional mexicana Bimbo, presente en España desde 1964.
Hoy presentamos una nueva variante de la furgoneta J4 de Morris/SAVA/Pegaso, asidua durante todos los años que lleva en marcha este blog con varias decos nacionales. Sin embargo repite como furgoneta de repartidor Bimbo, aunque esta nueva versión me gusta mucho más y no lo digo solamente por "revivir" los pastelitos de mi infancia que por los laterales se anuncian... Cambiando de tema, parece que hay un pequeño lío en la denominación de la editorial ya que la réplica de hoy está bautizada como Pegaso cuando de la marca solo se ve un minúsculo caballito, perdiendo presencia ante el letrero de SAVA. Obviando eso, tenemos el mismo buen molde de siempre con los carteles adosados en los laterales, buena tampografía y algunas luces insertadas. Fallan un poco los "cristales", muy opacos, el interior (poco detallado) y algún pequeño exceso de pintura.
Modelito resulton, por encima de la clasica de "Fósforos del Pirineo", pero inferior a la de "Carbones Mateo", al menos para mi gusto. No obstante, a nivel de decoración y recuerdos es un modelo que, evidentemente, es muy atractivo visualmente.
ResponderEliminarUn abrazo, Antonio.
Hola Javi, conozco las dos que dices y aún añadiría la del Corte Inglés, pero coincido contigo en que la de los carbones es la mejor, tiene otra presencia.
EliminarPero bueno, ésta es lo que tiene, los pastelitos... Por cierto, yo era un poco más de Panrico!
Abrazos y gracias por contestar!
Bien resuelto el contraste entre las formas sesentosas y la calandra de los ochenta, me pregunto si consideraron esta variante cuando diseñaron la matriz inicial o si fue improvisada sobre lo que había, como sucedió en la realidad.
ResponderEliminarMe sorprenden los carteles laterales, una solución no vista en estas pampas. No quisiera averiguar qué efecto tendrían a 110 por hora.
Este molde dio de sí una barbaridad, hay buena cantidad de variantes disponibles sobre esta furgonetita. Luego solo hay que añadir, si hace falta, algún que otro complemento como el panel de publicidad que es más práctico que el ploteo, aparte permite renovar más rápido los mensajes.
EliminarNo te preocupes, esos paneles no salían volando, iban muy bien fijados a los laterales, piensa que estos chismes iban sobre todo por ciudad y pisaban poco las autopistas (aparte tampoco eran bólidos).