Pertenece a una colección de kiosko titulada "Camiones y Autobuses Españoles" de la ed. Salvat
Presentada en el Salón de Barcelona de 1989, la nueva gama M de camiones medios de Nissan (fabricados por Motor Ibérica en Barcelona) cubría el rango de entre 11 y 13 toneladas de masa máxima. Entre ellos, el modelo M 130 contaba con un nuevo motor japonés de 170 CVs pero el resto de casi todos sus elementos mecánicos seguían siendo de producción netamente nacional.
En la segunda mitad de la década de los 80 Nissan Motor Co. se había convertido en el mayor accionista de Motor Ibérica e inició un nuevo plan de producción de vehículos industriales aprovechando toda la base de conocimientos y experiencia del constructor español. Por ello no trataron de fabricar productos nipones para el mercado español; adaptaron los nuevos modelos (como la furgoneta Vanette, diferente a la japonesa en sus medidas) y se alteró lo menos posible la gama de Ebro.
Dicha gama de camiones pequeños y medios no tenía casi rival en España ya que la cuota de mercado superaba el 50%, por lo que Nissan pensó en expandir a otros mercados foráneos la producción de la antigua gama L y M de Ebro. No obstante era necesario una renovación, pero por una decisión comercial se decidió mantener también el nombre de Ebro ya que la marca gozaba de mucho prestigio entre los profesionales del transporte.
La remodelación afectó sobre todo al rediseño de la cabina al contar con una nueva calandra y paragolpes delantero, faros dobles rectangulares, se añadieron deflectores y se rediseñaron los intermitentes y retrovisores. También se creó un nuevo sistema de apertura de puertas y el limpiaparabrisas ahora contaba con sistema de lavado, pero las verdaderas novedades estuvieron en el abandono de los viejos motores Perkins por otros bloques más actuales (incluyendo en algún caso el uso del turbocompresor), la opción de suspensión neumática, la dirección asistida o la caja de cambios automática, siendo de serie una ZF manual de seis relaciones. También estaba disponible una cabina doble con cuatro puertas para cuatro plazas más, totalizando siete.
Otro camión muy familiar para algunos pequeños transportistas locales y público en general que lo vieron circular por España sobre todo de la década de los 90 y primera del siglo XXI, el primer Ebro serie M disfrazado de japonés replicado en esta ocasión por Salvat y con el añadido de una grúa Palfinger. Este autocargador viene envuelto por una capa de gran realismo y muy buenos detalles, tanto dentro como por fuera, con su excelente molde de cabina y una discreta caja abierta. Quizás lo hubiese preferido con caja entoldada o "paquetera", variantes que conociendo a Salvat y su aprovechamiento de moldes puede que acabemos viendo. Mientras, me quedo muy satisfecho con una miniatura que representa un vehículo muy bien conocido por el aficionado y al que penalizaremos tan solo por sus faros con "pinchitos".