El Saab 93 fue un automóvil sueco de segmento D producido entre 1998 y 2014. En su primera generación utilizó la plataforma GM2900 procedente de General Motors, también compartida con otros vehículos del grupo como el Opel Vectra pero el vehículo era básicamente un SAAB 900 rediseñado; esta primera serie 93 fue fabricada en Suecia y Finlandia y terminó su fabricación en abril de 2003 tras una producción de unas 326.000 unidades.
Según Saab se habían hecho más de 1.100 cambios con respecto al viejo 900 que involucraron la suspensión, una estructura mas segura para los ocupantes, mejoras en la seguridad pasiva y una climatización mucho más eficaz. Pero lo más evidente fue la reinterpretación de Einar Hareid al conseguir poner al día el estilo deportivo y afilado del Saab 900.
El nuevo 93 podía ser adquirido con carrocerías tipo hatchback de tres y cinco puertas o descapotable con dos y los motores disponibles eran de 2 y 2.3 litros para gasolina (algunos de ellos con turbocompresor) y un 2.2 diesel, todos ellos con cuatro cilindros en línea. Asociados a ellos iban las cajas de cambio de 5 velocidades de tipo manual o bien automática de cuatro y también se ofreció, como novedad, el "panel nocturno" que permitía apagar información no necesaria al circular de noche.
Sin duda la versión más interesante para el amante de la conducción fue el Viggen (o "rayo", en español), un controvertido vehículo de altas prestaciones y corta serie (de tan solo 4.600 unidades) que estuvo en el catálogo de la marca entre 1999 y 2002. Con la ayuda de TWR, el Viggen ofrecía 230 CVs gracias a su motor de 2.3 litros, su turbocompresor Mitsubishi con intercooler, la centralita especial y las válvulas Nimonic de cromo-níquel. Para aprovechar toda esa potencia se utilizaba una caja de cambios manual (protegida debido al gran par motor disponible), un nuevo sistema llamado Trionic 7 que controlaba parámetros de ignición e inyección de combustible y el posterior añadido en 2001 del control de tracción, muy necesario en el arranque.
En el exterior el Viggen se distinguía por su gran alerón trasero, los paragolpes aerodinámicos, unas llantas específicas de 17 pulgadas y unos discos de freno de mayor diámetro. También incluía colores especiales como el "Azul Rayo" y en su interior se hallaban los asientos eléctricos deportivos en tonos bicolores, un completo equipo de música con CD y seis altavoces y como opción el techo solar eléctrico. Como curiosidad, en EEUU los compradores del Viggen recibían un curso de conducción avanzada de dos días en el circuito de Atlanta y una cena con personal ejecutivo de Saab.
Es necesario añadir que el Viggen tuvo un recibimiento contradictorio por parte de la prensa especializada, algunos periodistas criticaron el excesivo par motor en las marchas bajas y hasta alguna revista inglesa como el "Evo Magazine" nombró al Viggen como uno de sus diez peores coches probados; en otras publicaciones sin embargo se alabó su tracción y paso en curva.
Recuerdo este coche cuando apareció y la sensación que causó entonces en el mercado automovilístico, yo quedé enamorado del concepto de coche más o menos familiar apto para usar todos los días (o no, visto el resultado...) que podía provocar muchas sensaciones y además venía vestido con un aspecto deportivo nada "macarra". Por ello, cuando hace poco apareció esta réplica del Viggen en amarillo con muy buen precio y luciendo la marca Premium X (recordemos que se trata de IXO) no lo dudé y me la traje a casa. Y quedé bastante satisfecho en general por su molde, su interior y el detallado externo. Menos entusiasmo sentí por cierto exceso de pintura percibido y la anchura de los ejes, algo exagerada. Pero es un modelo tan bonito y llamativo que destaca en cualquier vitrina y además destilando calidad. Para mí merece ser la última entrada del año!