Pertenece a la colección de "Vehículos de Reparto y Servicio" de la editorial Salvat España.
La presencia en España de la Ford Transit de primera serie, aparecida en 1965, solo tuvo lugar de forma continuada a partir de 1982 cuando ya llegaba al final de su vida comercial. Sin embargo el modelo de la entrada de hoy es de 1972 por lo que fue una de las escasas unidades importadas a la Península, siendo empleada como vehículo de asistencia en el equipo Derbi para la competición motociclista.
Se veía entonces rara la presencia de una Transit en España existiendo muchas alternativas nacionales, por lo que el equipo Derbi del gran piloto Ángel Nieto (campeón mundial en trece ocasiones) debió escogerla por su imagen diferente y moderna, aparte de que por su ámbito de circulación, principalmente centroeuropeo, sería mucho más fácil obtener asistencia en caso de avería.
El modelo, originalmente pintado en azul, recibió un baño de color rojo y la adición de un toldo superior extensible en un lateral para ofrecer sombra a los componentes del equipo. La variante escogida fue la de carrocería tipo furgón cerrado con dos puertas en cabina y una trasera de doble hoja, en ella transportaban los recambios y viajaban tres mecánicos en la única fila delantera de asientos.
Contrariamente a lo habitual entonces, el motor de la Transit de Derbi era a gasolina y en disposición de cuatro cilindros en V (el conocido bloque "Essex"). Cubicaba dos litros y ofrecía unos 75 CVs, por lo que se presume que debía resultar lo suficientemente rápida como para llegar bien de tiempo a los "paddocks" europeos y ponerse a trabajar inmediatamente en las motos. Sin duda fue una ayuda muy eficaz para el exitoso "team" deportivo de una de las mejores marcas de motocicletas europeas de pequeña cilindrada de todos los tiempos.
Cómo me gusta la primera serie de la Transit! Un modelo que conocí bien por ser propiedad de una pareja emigrante española que volvió a mi pueblo procedente de Alemania, igualmente en color rojo aunque sin esa bonita máscara blanca que lleva la de Derbi. Por ello esperaba impaciente tener en mis manos la réplica de Salvat, y a fe que no me defraudó en nada pues cuenta con un buen molde, una pintura correctamente aplicada, un agradable frontal (si exceptuamos los "pinchitos", tan feos como siempre), y por la presencia de las luces insertadas. Igualmente me agradaron las tampografías, las matrículas de época, el toldo enrollado y las ruedas; sin embargo el interior no me pareció a la altura. Quedo muy satisfecho con el modelo y lo recomiendo por precio y calidad, aunque también es interesante por la carga histórica que la furgoneta real debe atesorar, si es que existe aún.