Pertenece a una colección de kiosko titulada "Camiones y Autobuses Españoles" de la ed. Salvat
La serie P de camiones medios a pesados Ebro fue comercializada entre 1973 y 1984. Esta gama estaba en la línea por capacidad y motor del Pegaso Comet 1090 y según la documentación del fabricante eran vehículos semipesados, pero tras sucesivas remotorizaciones y refuerzos se fue creando una familia de camiones que plantaron cara a los modelos Europa y derivados fabricados por ENASA.
Con los modelos de cabina avanzada y abatible P112 y P137 Motor Ibérica de Barcelona entraba en el segmento de los camiones semipesados, presentados en el Salón del Automóvil de Barcelona de 1973 aunque un par de años antes ya se pudieron ver en los concesionarios. Esa demora tuvo razón de ser por el programa de experimentación y evaluación que tuvieron dichos modelos, totalizando más de un millón de kilómetros recorridos y que darían lugar a algunos cambios estéticos, como la forma de los faros al pasar de ser circulares a tener un diseño rectangular.
El modelo inicial, el P112, solamente fue ofrecido entre los años 1973 y 1976 pero su acompañante, el P137, extendió su vida comercial hasta 1984 ya cuando Motor Ibérica estaba bajo el control de la japonesa Nissan. El siguiente modelo en aparecer fue el P160 con el mismo motor de los otros modelos, un diesel de seis cilindros en línea con 5.8 litros de cubicaje y casi 129 CVs de potencia. La dirección no estaba totalmente asistida (aunque posteriormente se ofreció la posibilidad de que lo fuese) y los frenos de tipo neumático con circuitos independientes, siendo la suspensión de ballestas y amortiguadores. La diferencia entre los modelos estribaba en las cajas de cambio Clark de cinco relaciones para el P160 así como la dirección asistida de serie, unos frenos más eficaces y el puente trasero con dos velocidades en el diferencial.
El P160 se fabricó hasta 1982 y dio lugar a una evolución llamada P170, con la misma mecánica y una masa máxima autorizada de 17 toneladas. Tuvo también una versión con turbo con motor Perkins T6.354 de inyección directa, seis cilindros en línea y el mismo cubicaje que rendía 164 CVs; este camión llevaba una caja de cambios sincronizada y tan solo se fabricó durante un año.
Sin embargo los modelos más ambiciosos llevaron los apellidos P190, P200 y P260 con motor Perkins de ocho cilindros en V que supusieron un salto de calidad en el panorama del transporte español. Con sus 188 CVs de potencia y un cubicaje de casi nueve litros, el par entregado era tan abundante que se tuvieron que equipar con una nueva caja de cambios ZF alemana de seis velocidades sincronizadas, también se reforzó el chasis y se incluyó una cabina de alta visibilidad con posibilidad de llevar litera, siendo su acceso fácil y cómodo. No obstante Motor Ibérica ofreció la posibilidad de entregar los autobastidores para que los carroceros pudiesen crear las versiones autobús, autocar y furgón cerrado.
Con mucha alegría (como aficionado que soy de los vehículos comerciales) recibí este molde inédito de un camión nacional que vimos muy a menudo desde la infancia y que faltaba en nuestras vitrinas, salvo alguna y cara opción en kits de montaje para los más pudientes. El hecho es que además su salida coincide con la madurez del mercado de las miniaturas de kiosko y por tanto obtenemos un modelo de gran calidad, con detalles bastante cuidados y terminaciones de alto nivel; solo observé algún fallito de montaje en alguna pieza insertada como los faros. Del resto no tengo apenas queja, si acaso resulta un poco extraña la carga (cajas de botellas) y la duda acerca de la nomenclatura, ya que en la cabina aparece como que es un modelo P200. En fin, muy bienvenido y con la esperanza de que aparezca con otras cajas e incluso en alguna otra versión de carrozado, tan solo me queda decir que su precio no es tan bajo pero que viendo lo obtenido llego a la conclusión de que, como mínimo, es correcto.