Pertenece a la colección temática sobre vehículos Pegaso de la editorial Salvat España.
El Z 202 formó parte de los primeros camiones de producción española con bloque diesel de diseño propio. Este modelo además fue pionero en contar con cabina avanzada para un modelo de transporte pesado según el estándar de la época, una arquitectura que se acabaría imponiendo a partir de la década de los cincuenta por toda Europa.
Una vez formado el equipo de desarrollo en las instalaciones de ENASA en Barcelona y con los Pegaso I y II en producción, los hombres de Ricart se enfrascaron en la creación de un motor a gasóleo para ser montado en camiones y autobuses. Este proyecto, denominado como Z 202, estaba concebido para mover camiones con remolque o poder subir fuertes pendientes sin desfallecer y sin gastar excesivo combustible, marcándose una cifra ideal próxima a los 30 litros por cien kilómetros recorridos.
Una vez conseguido un motor funcional con inyección directa se colocó en un chasis de camión Pegaso II a finales de los años 40, si bien esta primera cabina incorporaba faros bajos rectangulares pronto serían sustituidos por los redondos, más convencionales. La salida de este camión complementaría a la versión de gasolina, sin apenas demanda en el mercado nacional. El modelo de serie llevó finalmente un bloque de aleación con seis cilindros en línea y 9.3 litros de cubicaje, rindiendo 125 CVs de potencia; en el sector del transporte fue coloquialmente conocido como "Mofletes" y significó el final del uso de diseños de Hispano Suiza al igual que el despegue de la carrera de Pegaso.
Posteriormente la potencia del propulsor escalaría hasta los 140 CVs en 1953 siendo también incorporado a los autobuses y vehículos militares; igualmente existió una versión de cuatro cilindros destinada a maquinaria agrícola.
Nuevamente nos visita nuestro viejo amigo el "Mofletes", esta vez con caja descubierta para transportes de la famosa bodega catalana Codorníu en Sant Sadurní d´Anoia (Barcelona). No supone más que otra variación del mismo molde de IXO aunque con la novedad de una pintura con efecto de ensuciado y una carga de barricas de madera para su principal producto, el Cava. Es otro modelo excelente de la serie de Salvat para Pegaso que cuenta con mucha calidad en molde y pintura, presenta bastantes detalles (cuidando hasta la grafía de la época en la matrícula) y un interior correcto. Tan solo no me agradaron el aspecto de las llantas (no muy definidas) y alguna luz pintada, pero todavía se puede encontrar al modelo con muy buenos precios y en general luce bastante bien.