El Volvo 262 C (por coupé) fue un automóvil de dos puertas tipo sedán/coupé encuadrado en el segmento medio y alto. Producido entre 1976 y 1982 en Italia, algunos autores lo consideran como el sucesor del más popular modelo P 1800 ES; según otros su objetivo era la clase alta norteamericana que residía en las ciudades de las costas este y oeste.
El diseño del 262 C corrió a cargo del ingeniero Jan Wilsgaard de Volvo aunque habitualmente se piensa que fue obra de Bertone; la firma italiana solo se encargó de la producción de los vehículos en Turín, aunque el primer prototipo, basado en el Volvo 164, fue realizado por Coggiola en Beinasco. Este especialista eliminó las puertas traseras y el techo, sustituyéndolo por otro más bajo con un parabrisas más corto; el prototipo existe en la actualidad y fue muy tenido en cuenta por Bertone.
El vehículo definitivo era amplio y se encontraba muy bien equipado, contando con muchos elementos de serie como el aire acondicionado, control de velocidad crucero, asientos de cuero calefaccionados, salpicadero de madera veteada, dirección asistida y elevalunas eléctricos. Se podía escoger entre una caja de cambios manual de cuatro velocidades con "overdrive" o una Borgward automática de tres, pero durante los dos primeros años el modelo salía obligatoriamente en color plateado con techo de vinilo.
La motorización inicial consistía en un motor PRV (por Peugeot, Volvo y Renault) a gasolina con inyección y seis cilindros. Su cubicaje era de 2.7 litros y tan solo ofrecía una potencia de 140 CVs, que aumentaron en ocho más en 1977. Pero para 1980 el motor ya disponía de 155 CVs gracias a un aumento de la cilindrada hasta casi tres litros, pudiendo así alcanzarse los 180 Km/h. siempre en lucha contra una aerodinámica y un peso nada favorables.
Durante la vida comercial del 262 C aparecieron diversas mejoras y cambios estéticos que incluyeron la tapa del maletero rebajada, nuevas luces traseras y parachoques, la aparición de una carta de colores ampliada al oro metalizado, marrón, negro y azul claro y la posibilidad de eliminar el techo de vinilo. Igualmente apareció una cortísima serie de descapotables denominada "Solaire", encargadas por Volvo a una empresa californiana; la marca sueca encargó cincuenta unidades de las que solamente se llegaron a construir cinco ya que Volvo no estaba muy convencida de la seguridad pasiva tras la transformación.
Actualmente el 262 C se considera una rareza ya que tan solo se produjeron 6.622 unidades, de las que un 75% se vendieron en EE.UU. No obstante esos vehículos no solían gozar de una buena protección contra el óxido y por ello no se encuentran habitualmente en buen estado, pero los que tienen poco kilometraje y son originales alcanzan los 15.000 euros fácilmente. También hay que tener en cuenta que si bien la mecánica no es complicada de restaurar las piezas de madera estaban hechas a medida para el modelo, y para los paneles de la carrocería hay que acudir obligatoriamente a Bertone.
Lujoso "buque" para yankis adinerados con enorme consumo de combustible, el 262 C claramente priorizaba el confort de marcha sobre las prestaciones deportivas. Algo que seguramente apreció el cantante David Bowie, aunque el modelo está encuadrado (con el puesto 83) dentro de una lista de cien coches para olvidar... De todas formas lo nuestro es, principalmente, el tema de las miniaturas y por ello hoy me toca comentar, no en mucha profundidad, la propuesta de la editorial Atlas del coupé 262 C para una colección temática sobre coches de Volvo. Dicho modelo tiene pinta de ser de IXO y muestra unas agradables hechuras, pero no se "olvida" de meter los dichosos pinchitos de faros y los bastos limpiaparabrisas. Para el resto no encuentro mayores objeciones; me refiero a la buena calidad de la pintura, las luces insertadas y un algo más que correcto interior. Pero quizás lo mejor sea su relación calidad/precio, magnífica y muy conveniente.