Pertenece a la colección alemana de kiosko "Opel Collection", de la editorial Eaglemoss.
El Bitter CD fue un coupé basado en los modelos Intermeccanica Italia y Opel Diplomat B, siendo producido entre el otoño de 1973 y finales de 1979. Uniendo las tecnologías americanas y alemanas con el diseño italiano, el fabricante alemán Bitter sufrió bastantes quebraderos de cabeza para producirlo ya que detrás del modelo estaban muchas marcas y cada una contaba con su propia política de empresa. Al final de su producción solamente se habían producido 395 unidades, muy cotizadas en la actualidad.
La base conceptual del CD fue el Italia, un modelo deportivo con carrocería de plástico que contaba con la tecnología de Ford. El fundador de la empresa Bitter, Erich Bitter, importó alguno de esos vehículos a Europa modificándoles las suspensiones. Pero Erich no estaba muy contento con la calidad del modelo italiano y decidió embarcarse en la aventura de crear un nuevo modelo partiendo del vehículo que tan bien conocía, convenciendo a Opel para que apoyase el proyecto (éste constructor pensaba que ganaría en prestigio al ofrecer su conocimiento sobre mecánica).
Bitter también contó con el especialista Baur de Stuttgart, quien bajo la supervisión de Opel proporcionaba las carrocerías, inspiradas en un proyecto del diseñador americano Chuck Jordan. Éste pensó en un modelo dotado con un largo capó, una cabina situada muy atrás y un gran cristal trasero abatible que daba acceso al maletero. El apartado mecánico se basaba en la tecnología del Opel Diplomat Coupé presentado en 1969 en el Salón de Frankfurt, creando tal expectación que el diseñador Pietro Frua accedió a colaborar en la versión definitiva, un modelo denominado como Frua CD presentado en 1970 durante el transcurso de la muestra de París.
Se discute aún sobre la influencia que Erich tuvo sobre el diseño, pero lo que parece evidente es que el modelo tiene parecido con el Maserati Ghibli (obra de Giugiaro) e incluso las luces traseras son las del FIAT 124 Coupé. Lo cierto es que la versión definitiva se presentó en 1973 durante el Salón de Frankfurt con el nombre de Bitter Diplomat CD y un precio de 60.000 marcos alemanes. Este vehículo se movía gracias a un bloque Chevrolet de ocho cilindros y 5,4 litros con 230 CVs de potencia, un "viejo" conocido de la industria norteamericana.
Inicialmente se avanzaron unos 200 pedidos pero en 1973 estalló la crisis del petróleo y muchos clientes se echaron atrás, por lo que no salieron más de 70 unidades a la calle en su primer año. Eso supuso casi la quiebra para la joven marca (como le sucedió a Jensen o Iso Rivolta), pero se las pudieron arreglar más o menos para continuar con el modelo hasta que el Diplomat de Opel dejó de ser producido, que recordemos era la base del CD. Consiguientemente, las piezas dejaron de ser producidas y el último de los Bitter CD fue entregado a mediados de 1980.
Bitter parece que no escarmentó demasiado y en 1981 ya tenía preparado el sucesor gracias a un inversor suizo (el "aburguesado" modelo SC), pero parece que Opel sí "aprendió" y ya no prestó mucho respaldo al siguiente modelo. Aún así, estuvo basado en el Senator A y vendió algunas unidades más que su antecesor.
Ahora le toca el turno a la miniatura de IXO, un bonito modelo que hace buena pareja con su sucesor el SC y que también cuenta por igual con su buena calidad de construcción. Personalmente creo que el modelo tiene una línea muy afilada y atractiva, a la que le sienta estupendamente la tonalidad metalizada escogida y posee también un interior bastante correcto. Buena nota también para las ruedas y especialmente para la trasera, siendo la delantera algo simple. Este modelito está fácilmente disponible y en estos últimos tiempos ha visto descender bastante su precio, por lo que se puede decir que prácticamente no hay mejor forma de gastar unos diez euros hoy en día.