El Axel fue la versión de exportación de la pequeña berlina Oltcit (cuya palabra es un acrónimo de "Olténie", una región rumana, y Citroën). Presentada en 1981 en Craiova, Rumanía, el Axel fue vendido también en Francia y alcanzó los 60.000 ejemplares vendidos entre 1984 y 1988.
En 1976 el dictador comunista Ceaucescu presentó una oferta a cualquier fabricante de automóviles que se quisiese instalar en Rumanía con el fin de desarrollar su industria automovilística. Citroën presentó un plan que resultó ser más interesante que el finalista de Volkswagen, con la premisa de retomar un viejo proyecto de Peugeot de desarrollar una berlina urbana de cinco puertas y motor refrigerado por aire con dos o cuatro cilindros que terminaría concretándose en el Visa.
Así, Citroën y el Estado Rumano crearon la empresa Oltcit conjuntamente, concretándose en la construcción de una planta con estándares muy modernos para lo habitual en los países del Este europeo. Dicha factoría debía comenzar a producir en 1978 pero la burocracia del régimen lo entorpeció todo y no se comenzó hasta 1981, previéndose el montaje de 130.000 unidades anuales.
Como Oltcit era una desconocida no vendía apenas en la Europa del Telón de Acero, por lo que PSA decidió ayudar vendiendo el 50% de las unidades en otros países fuera de la órbita comunista (entre otros Bélgica, Países Bajos, Austria, Italia y Francia). El precio era muy atractivo y además los modelos exportados pasaban una verificación en Francia, de tal forma que a menudo los coches debían ser casi totalmente desmontados y vueltos a montar. El Oltcit había llegado al mercado occidental diez años después de su concepción siendo comercializado por la red Citroën y por ello pagó fuertemente su aspecto desfasado, la falta de calidad y un alto consumo de combustible, por si fuera poco el propio fabricante ya ofrecía los Citroën LNA, 2CV y el mismo Visa.
Pero qué era realmente un Oltcit/Axel? A pesar de su aspecto no compartía ninguna pieza con el Visa al cual superaba por estabilidad, su confort, la habitabilidad (gracias sobre todo a su maletero de cómodo acceso) e incluso por su mayor vivacidad. Su esquema de suspensiones era bastante refinado al contar con barras estabilizadoras y de torsión e incluía amortiguadores horizontales: estas soluciones gustaron tanto en PSA que posteriormente serian incluidas en el AX o en el 205 por ejemplo.
La motorización corrió a cargo de unos bloques con configuración "boxer" de cuatro cilindros de 1.1 y 1.3 litros de cubicaje, proporcionando 57 y 61 CVs respectivamente; al igual que las cajas de cambio manuales (de cuatro y cinco velocidades) procedían del Citroën GSA. Los frenos no tenían asistencia pero eran de disco a las cuatro ruedas y la dirección, de cremallera, fue específica para el modelo.
En cuanto a los acabados y equipamiento, el Axel fue presentado en Francia con cinco versiones de las cuales dos de ellas ("Entreprise") eran comerciales con el suelo del maletero rebajado. De serie incluían faros halógenos, pre-equipo de radio, apoyacabezas delanteros, reloj digital, cuentarrevoluciones, guantera con llave, retrovisores exteriores regulables desde el interior, tapacubos de plástico, barras laterales, encendedor con cenicero iluminado, limpiaparabrisas con intermitencia, luz de lectura de mapas, iluminación del tablero regulable y moquetas; quedaron como opción las llantas de aleación mientras que para el acabado tope TRS fueron de serie dejando la pintura metalizada como opcional.
Como defectos se mencionaron un mayor consumo con respecto al Visa debido en parte por el peso, justificado por una estructura reforzada debido a las malas condiciones de las carreteras rumanas. Su frenado era poco eficaz y se necesitaba ejercer una gran presión ya que no había servofreno, las terminaciones y la fiabilidad eran dudosas (sobre todo en las primeras series) y esto perjudicó su pretendida reputación de coche económico. Tan solo tuvieron cierto éxito comercial las versiones Entreprise, el resto de unidades fueron languideciendo como stock en las redes europeas de Citroën y se sabe que los últimos Axel fueron despachados en Italia nada menos que en 1994.
Hoy, el último día del año, lo dedicamos en el Garaje a recordar a un humilde rumano primo del Visa muy desconocido en España, pero al que tuve ocasión de ver en Francia alguna vez. Si bien solo vi una versión básica bastante despojada, la variante Axel TRS no me resulta nada desagradable al menos externamente; me alegro de que haya sido escogida por mi amada UH para apreciar su tonalidad bicolor, un interior excelente y buenos detalles externos. Solo me parece un poco raro el molde, al ver la parte delantera algo desproporcionada, y cierto exceso de pintura y falta de precisión en su aplicación. No obstante es una miniatura recomendable por varias razones (precio, rareza, originalidad y calidad) que formó parte de la colección "Passion Citroën" de Hachette.