Nissan Gloria MkIII A30 de NOREV

La tercera generación del Gloria apareció en abril de 1967 ya bajo la marca Nissan (aunque continuó siendo Prince para el gobierno japonés). Este modelo sería la base para el desarrollo de un vehículo oficial para la Casa Real japonesa (el Prince Royal), por lo que todas las variantes estaban claramente enfocadas al segmento de lujo y supuso una gran evolución con respecto a su antecesor el S40.

El estilo de la serie A30 del Gloria se vio claramente influida por los diseños que en aquellos años hacía Cadillac en Estados Unidos, reflejándose en mayor o menor medida en todas las variantes del Gloria de entonces. Esas declinaciones se llamaron Super Deluxe, Super 6 y Van Deluxe en el caso de llevar motores de seis cilindros y Standard o Van Standard para los de cuatro, aunque la cilindrada fue unitaria (dos litros). Para ahorrar en la construcción de estos caros automóviles Nissan utilizó partes del Cedric y llegó a modificar la suspensión del eje trasero del primer A30 colocándole las clásicas ballestas.

Inicialmente la serie A30 utilizaba motores G7 de Prince con seis cilindros, llevando los A30 estándar bloques Nissan de cuatro y posteriormente (1969) desaparecerían las motorizaciones Prince en favor de las puramente Nissan. También aparecieron opcionalmente los frenos de disco delanteros.

Con la introducción de la cuarta generación en 1971, el Gloria se fusionó con su antiguo competidor el Nissan Cedric para convertirse en únicamente Nissan Gloria. La red de concesionarios Prince siguió existiendo bajo el nombre Nissan Prince Store vendiendo los Gloria como modelo superior y el Nissan Skyline como básico.

Aunque fue un modelo eminentemente japonés, el A30 llegaría a ensamblarse en Nueva Zelanda en un número que no llegó a las mil unidades. Tras la fusión Nissan/Prince, el panorama cambió radicalmente y el Gloria fue sustituido por otros modelos importados bajo la marca Nissan/Datsun en unos casos y ensamblados localmente en otros (como el sedán 260 C).


























Otro modelo muy enigmático para mí y supongo que para la mayoría de mis lectores/amigos, otro modelo que me obliga a emplearme a fondo en a documentación y que juega al despiste con su pinta norteamericana (ese frontal me recuerda especialmente al compacto Rambler). Esta miniatura, que también existe en color azul, me encanta por su apariencia sobria, el contraste del negro con los cromados y la cantidad de piezas insertadas (como la complicada parrilla, luces traseras o las manetas de las puertas). Además es un clásico sedán, aunque me quedo con las ganas de disfrutar de la versión "wagon"... Es cierto, se ve que es de coleccionable, pero nuevamente una miniatura de procedencia nipona viene al Garaje y siempre será bienvenida.