El DKW VEMAG Fissore fue un automóvil brasileño producido por la empresa VEMAG (Veículos e Máquinas Agrícolas) entre 1964 y 1967 utilizando el chásis y la mecánica de DKW y siguiendo un diseño de la firma italiana Fissore. Su cifra de producción fue de aproximadamente 2.500 unidades y tan solo existió bajo la forma de un sedán de tres volúmenes con dos puertas.
En 1961 VEMAG quiso entrar en el segmento de automóviles de lujo dejando un poco de lado a su "partenaire" alemán DKW, por ello se dirigieron al especialista italiano Fissore para que les proporcionase un diseño. Al año siguiente ya existía un prototipo muy definido exteriormente, pero con un interior aún muy básico hasta que en 1964 el modelo de producción fue lanzado en Brasil.
El motor del Fissore era un bloque tricilíndrico de dos tiempos con un litro de cubicaje y refrigerado por agua, proporcionando unos 60 CVs de potencia. Como era un motor de dos tiempos requería cierta cantidad de aceite en la gasolina, una tarea encomendada al nuevo dispositivo "Lubrimat" cuyo estreno tuvo lugar en este modelo. Otras características de este motor fueron la carencia de bomba de agua o la existencia de tan solo siete partes móviles (tres pistones, tres bielas y un árbol de levas).
Por lo demás el vehículo contaba con una estructura de tubos con perfiles rectangulares, un chásis con amplias ventanas y una caja de cambios manual de cuatro velocidades con la opción de ser sustituido por otra de accionamiento automático ("Saxomat"). La suspensión era a base de amortiguadores con cintas de polietileno y brazos triangulares, siendo el equipo eléctrico alimentado por una batería de tan solo seis voltios que posteriormente pasaría a ser de doce.
El Fissore no fue un modelo que tuviese una gran evolución a lo largo de su corta y prematura carrera, pero fue recordado por su estética agradable, su practicidad, su estabilidad y algunos detalles de lujo para la época como las luces indicadoras de puertas abiertas, su sistema de climatización o la posibilidad de instalar frenos de disco delanteros. Sin embargo fue criticado por su escasa relación peso/potencia o su consumo elevado de combustible y aceite.
Finalmente, con la llegada del año 1967 toda la línea DKW producida por VEMAG (y con ella el Fissore) desaparece de Brasil puesto que ya casi once años antes la marca alemana había sido absorbida por Volkswagen.
Este curioso modelo de diseño italiano me resultaba totalmente desconocido, al igual que gran parte de la historia de la automoción del país carioca. Pero gracias a algunas colecciones mundiales de miniaturas los que estamos lejos de esas realidades podemos conocer un poco sobre los modelos más relevantes de esos mercados locales; en el caso del Fissore creo que apareció en una colección brasileña equivalente a "Nuestros queridos coches de antaño". Ciñéndome a lo estricto (la revisión de la miniatura) me llama la atención su buen molde y la pintura, unos detalles cromados externos correctos y un interior más bien mediocre, algo común en las series básicas de la marca PCT. Dejo para lo negativo las ruedas de tractor y la mala calidad de los "cristales", pero en general estoy satisfecho con la miniatura ya que se puede conseguir (junto con los otros de la serie brasileña) por muy poco dinero.
La miniatura es lo que es, pero como bien dices, nos ayuda a entender que Europa no es el ombligo, y que existen otros mundos paralelos. Si de Argentina conocemos muy poquito de su automoción, imagina de Brasil, menos aún. Aunque de calidad justita, por unas pocas "perras", no puede uno evitar llevárselo, aunque sea como curiosidad. A mí me pasa mucho con las colecciones del Este europeo. A veces, te sale una perla.
ResponderEliminarMe quedo sobre todo con el diseño del coche. Es original, y a la vez contenido, teniendo en cuenta los años en los que hizo su aparición. Y de paso, me viene a la cabeza la propia DKW y el asunto del aceite. Eran unos motores que necesitaban mucho mimo, sencillos de mantener, pero de forma constante, pues enseguida se desajustaban, soportaban mal los sobreesfuerzos y acelerones, y con el tiempo acababan por quemar aceite a espuertas. Y eso sí, ese runrún, más cerca de una moto que de un coche, inolvidable.
Saludos.
No recuerdo nunca haber escuchado (ni olido!) un motorcito de éstos de dos tiempos, pero parece que a mucha gente ya con cierta edad les trae nostalgias.
EliminarEl modelito me gusta bastante por su diseño y el color, me puede el rojo Burdeos.
Y si, hay piezas muy curiosas por ahí y lo bueno de estas colecciones "periféricas" es que en bastantes ocasiones se consiguen las miniaturas a precios muy bajos. Aunque evidentemente no suelen tener demasiada calidad (yo exceptuaría en esto a las colecciones argentinas, están a un nivel medio más alto).
Saludos.
Buf, nostalgia la justa. Cuando yo era muy niño, alguna se veía todavía, algún vendedor ambulante.... ...pero eran auténticas cafeteras, mucho humo negro, y poca cosa podía mercarse con ellas. Hablo de las F89. Luego llegaron las F1000 (en sus guardabarros todavía llevaban lo de DKW), y la cosa mejoró en carga, aunque lo de tragar aceite como una almazara, seguía siendo marca de la casa. Como ya sabes, luego fueron Mercedes, y ya bien entrados los ochenta llegó la serie MB, auténticas Merches, que ésas sí que salían buenas. A éstas todavía las llamábamos decauves. Bueno, a casi todas las furgonetas de reparto de esa forma y tamaño. Hilar fino no es lo nuestro.
EliminarEste DKW-Fissore con un poco más de "salsa" por parte del fabricante hubiera quedado de lujo. Como digo, a veces, en estas colecciones cuyos sobrantes llegan hasta aquí, pueden encontrarse pequeñas maravillas.
Ya sé que me repito, pero de tu colección, si hay que me gusta, es que es variada en cantidad y en calidad. Y eso es muy bueno. Tengo muy claro, que aunque yo dispusiera de un millón al año en asignación para miniaturas, no me centraría solo en Modeltrans, en Kess, en Brianza, en OSM, en Spark ni en cosas así... ...me gustaría complementarlas con otros modelos más modestos, aunque sean de coleccionable, pero que igualmente pueden ser dignas y proporcionar la misma satisfacción. En fin, es un tema muy trillado, pero que creo debe estar siempre presente a la hora de coleccionar.
Un saludo!
Anda, yo recuerdo que mi viejo llamaba a cualquier furgoneta ligera como una "Decaúve"! Me lo recordaste. Como los argentinos y las Renault Trafic, acabaron siendo tan populares que llamaron a todas las furgonetas como Trafic.
EliminarA mí me gustan las miniaturas en general, pero intento tirarle mucho a la fidelidad primeramente. También aprecio los juguetes clásicos pero no es lo mío. En verdad, lo que me apasiona de verdad de verdad es el modelismo ferroviario, pero eso ya es jugar en otra liga y además hace falta mucho sitio. Y pasta, que ese sí que es un hobby caro...
Te agradezco tus palabras hacia mi colección, siempre intenté meter variedad y cosas no tan habituales pero es muy complicado no repetirse. Por eso a veces me da un poco de pereza comentar los modelos que salen de kiosko en España, acabamos hastiados de verlos tantas veces repetidos en Facebook y ahora te pones y qué cuentas...
Saludos y gracias por tus comentarios, como siempre!
En Argentina también tuvimos un diseño de DKW firmado por Fissore, y entiendo que en Europa hubo otro similar. La conclusión es que Fissore tenía muy buena relación con DKW, quizás como Pininfarina con Ferrari o Peugeot.
ResponderEliminarMi padre tuvo un DKW sedán a fines de los sesenta, con el mismo motor tricilíndrico de dos tiempos. Pese a la pequeña cilindrada, el motor era muy voluntarioso (generalmente los dos tiempos tienen mucho brío, podemos hablar de 30% de potencia más que los cuatro tiempos, al menos en cilindradas chicas), aunque la versión local tenía terribles fallas de calidad.
De todos modos me sorprende el optimismo de diseñar un auto de lujo en torno a tan poco motor.
El modelo se ve correcto, coincido con tus dichos, sobre todo en el apartado ruedas.
Parece que sí, que Fissore fue popular en DKW.
EliminarCreo que tengo en miniatura el sedancito de tu padre, si es el que yo imagino. No recuerdo si es de la serie brasileña o argentina, pero recuerdo que es del mismo color que este Fissore. Me gusta el modelo también, pero ignoro si llegó a España alguna vez...
Éste es el que tuvo mi padre:
Eliminarhttps://clasicosenescala.blogspot.com/2018/04/auto-union-1000-s-1960.html
El motor estaba armado con los pernos de los tres cilindros SIN COLOCAR LOS RETENES, con lo cual, en pocos meses, los pernos se fueron desplazando hacia algún costado y rayando las camisas internas, hasta que en algún momento se clavó contra las lumbreras.
Imperdonable que hayan armado un motor sin esos retenes.
Ufff, gran chapuza... Espero que el de tu padre no sufriese el contratiempo!
EliminarEse fue el problema, precisamente del auto de mi padre!
Eliminar(no sé otros ejemplares cómo anduvieron).
Otra cosa: según mi padre andaba rápido, con cruceros de 140 en ruta. Me suena un poco exagerado, considerando un error de velocímetro, podemos pensar en 120, que para ese tiempo, no era despreciable!
Vaya, a mi viejo lo que le pasó en el primer Fiesta es que cuando detenías el coche se paraba solo el motor, yo lo recuerdo bien y eso que solo tendría unos 7 años. Por lo visto era algo de carburador pero el modelo era nuevo y en los talleres no lo controlaban aún.
EliminarSi iba a 120 reales estaba bastante bien, desde luego! El Fiesta de mi viejo no pasaba mucho más de 130 y eso que era de 1976.
Un brasileño con mecanica germana y carroceria italiana, vamos mas raro que un perro verde!.
ResponderEliminarEl motor 2 tiempos tricilindricos era jodidillo de mantener y también de conducir, decían que no tenia apenas freno motor, pero no seria tan malo cuando los Saab a piñón libre ganaron el Montecarlo.
El diseño tiene sus cosas, como esos paragolpes o el frontal muy soso, pero hay que situarse en el Brasil de la época, seria todo un señor frente a los escarabajos.
Por lo que veo es un mal común el tema de las ruedas sobredimensionadas.
Un saludo.
Bueno, mezclas de ésas se ven bastante en el mundo de la automoción, no es nada nuevo...
EliminarCierto, SAAB le pilló el puntito a estos bloques y les sacó mucho provecho. Por otra parte, y aunque parezca raro, también existieron motores pesados de dos tiempos, como los que llevaban los camiones Krupp.
Lo de las ruedas... uff, a veces ni se escapan marcas caras como Schuco!
Saludos.
Es un Fissore totalmente distinto al que vimos por estas tierras, y al germano también, es decir con éste serían 3 carrocerías Fissore sobre el mismo chasis y motorización.
ResponderEliminarAquí no fue tan popular, era más bien caro, en cambio el sedan Auto Union 1000S sí que lo fue, en versión 4 puertas, y también familiar. En Alemania los hubo de 2 puertas.
En miniatura tenemos la de Inolvidables argentinos, cuyas puertas delanteras son del tipo suicida a diferencia del brasilero que traía las 4 normales.
La colección carioca abusa mucho del cromado, incluso en autos de los 90 donde debería ir gris plata, y justamente en este caso vemos llantas y tazas todo cromado.
Por suerte en la argentina corrigieron eso y salvo en un par de excepciones el resto vino bien.
Abrazos!
Veo que hubo una saga de estos coches DKW/Auto Union allá, aquí en España tan solo recordamos las furgonetas. Pero solo los viejos del lugar...
EliminarCoincido contigo, los modelos de la colección brasileña meten cromados a diestro y siniestro. También suelen traer pintadas las luces y no son como piezas de plástico aparte (como suelen traer las colecciones de Argentina), eso de que vengan pintadas sobre un fondo cromado les mete un efecto muy irreal y juguetero.
Pero suelen traer buenas pinturas, también hay que decir eso, y la presentación es mejor que la serie argentina (blister y cartón). De todas formas lo que interesa es lo de adentro, para qué quiero una miniatura mala dentro de una bonita caja de plástico!
Abrazos!
Los trabajos de Fissore para DKW en Brasil y Argentina son destacables, por lo que veo en tu blog y el de Cruiser. En este caso prima la elegancia, dejando una estampa muy agraciada.
ResponderEliminarEs cierto que durante bastante tiempo (yo diría que hasta casi finales de los 70) llamamos DKW a las furgonetas. A los recuerdos sonoros y olfativos del dos tiempos siempre sumo los ágiles, vistosos y entrañables Goggos bilbaínos.
En la Argentina los DKW deben ser toda una institución, por lo que he podido ver en los blogs y en la revista Motor Clásico. Parece que los brasileños tampoco evitaron su encanto.
Saludos.
Estilo italiano, inconfundible, son elegantes los diseños de aquellos años y con cierto toque deportivo. Cuando tener coche daba "status"!
EliminarVí en un libro de microcoches al Goggo, aparte de que es bien conocido. Y sí, en Sudamérica tuvieron mucho público, aparte me imagino que también influyó la importante presencia alemana que siempre hubo en Argentina y Brasil.
Saludos!