Pertenece a una colección de kiosko titulada "Camiones y Autobuses Españoles" de la ed. Salvat
Perteneciente a la nueva gama E de camiones semipesados lanzada por Motor Ibérica en 1974, el modelo E95 de casi diez toneladas de MMA y dos longitudes distintas de chasis era un camión robusto y económico pero que sufría aún de carencias tales como no disponer de dirección asistida. La gama fue la reemplazante de la serie D siendo ambas muy similares, cambiando pocos elementos en las cabinas pero mejorando algo la motorización.
La nueva serie E constaba de los modelos E35, E60, E70, E90, E95, E110 y E125 complementados con variantes dependiendo de la longitud del chasis y tipo de cabina. Estos vehículos se vieron con carrocerías tipo furgón, cabina estándar de tres plazas o doble para siete ideal para el transporte de cuadrillas; algunas de ellos llevaron suspensión neumática y calefacción. Como mejoras importantes se pueden mencionar la sustitución de la bomba inyectora lineal por otra rotativa (mejorando el confort acústico) y el montaje del alternador trifásico electrónico.
El modelo E95, que es el que nos interesa hoy, montaba un bloque diesel Perkins de cinco litros y seis cilindros en línea con 100 CVs de potencia. Equipaba una caja de cambios manual de cinco velocidades casi todas sincronizadas y un embrague hidráulico, siendo la dirección de tornillo sinfín y no asistida (por ello su volante era de mayor radio para poder ejercer más fuerza en las maniobras). En cuanto a su depósito de combustible podía almacenar hasta cien litros de gasóleo.
Este camión resultaba ideal para tareas de reparto urbanas o transportes de corto rango, por lo que fue a menudo elegido por las empresas con grandes flotas de distribución. Se podía ver bastante como camión botellero para entrega de bebidas como fue el caso de la cervecera madrileña Mahou, aunque Ebro llegó a desarrollar una versión específica sobre el modelo E125 caracterizado por un chasis de viga central en el que reposaban los laterales del carrozado. Así el repartidor podía llegar fácilmente a las cajas de la zona alta desde la calzada, simplificando su tarea y aumentando el rendimiento.
Los de "mi quinta" recordamos bien estos camiones de reparto que hasta no hace muchas décadas se podían ver afanándose en el reparto diario de cervezas y refrescos para Coca-Cola, Pepsi, Cruzcampo o muchas de las otras marcas de cerveza que tenemos en España. Por ello era una pieza que no podía faltar en mi colección; ese frontal de Ebro es tan inolvidable... Aplaudo la decisión de Salvat de incluir este E95 en esa configuración y además recreándolo de forma muy satisfactoria, obviando esas ruedas horribles (y deformadas) y algún que otro detalle de calidad. Sí me gustó mucho más la realización de los bajos y la caja botellera incluyendo palés y su carga, pero echo de menos la presencia del carrito del repartidor. El resto está a buen nivel asumiendo la aplicación de la pintura y tampografía (aunque olvidaron la del frontal): seguramente no es de los mejores de la colección (ni mucho menos) pero siempre tendrá su lugar entre en mis recuerdos.
Curiosamente, nuestros camiones botelleros no contaban con la trasera como el tuyo.
ResponderEliminarDe costado suelen tener unos "balcones" por debajo de la plataforma de carga, menos chapa, pero el mismo concepto. Pero el panel trasero con "volúmen" es una asignatura pendiente en nuestro mundo camionero.
El modelo es una belleza, el detalle de los pallets marca una gran diferencia.
Motor Ibérica tenía chasis específicos para botelleros con una viga central baja, una solución magnífica que se mantuvo décadas después. Lo del panel trasero queda muy bien integrado y acompaña en dar buena imagen al producto.
EliminarLa miniatura está muy bien, a lo tonto me estoy haciendo con gran parte de la colección y no lo tenía pensado!
Al menos en fotos, se ve muy cumplidora la miniatura, y algunos defectos quedan "absueltos" con la carga. La trasera se ve muy bien resuelta, y el frente (salvo la falta del logo) mas que cumplidora. En la foto del real, se ve unos mamparos que dividen el espacio de carga, no hubiera quedado mal en esa (excelentemente representada) caja de carga.
ResponderEliminarLo que mencionás de las ruedas, no se nota mucho en las imágenes, quizás en mano sea mas notorio, eso sí, una manito de pintura les quitaría el aspecto que se ve un poco plasticoso (concepto ya visto en el anterior posteo)
Es cierto lo que comenta el Gaucho, acá eran dos paneles planos, uno adelante y otro atrás, en algunos modelos, la base estaba inclinada para q los cajones no perdieran el equilibrio en alguna curva, y poco mas que eso, incluso, tal cual lo aclara, bajo el piso de carga, solamente un "balcón/estante" donde dejaban el carrito y alguna que otra cosa mas. Probablemente, esa volumetría de la cola, si bien era mas vistosa y agraciada, restara capacidad o facilidad de carga.
Otra linda miniatura de las que vienen agradando mucho
Un abrazo grande
Luis
Parece que usaron una caja genérica, por que me resulta muy familiar de otros modelos. De todas formas me costó mucho encontrar una foto del camión real, y de hecho es la única y pertenece a la muestra para hacer la miniatura. Por otra parte el tema del aprovechamiento del espacio no es tan importante, ya que el camión está calculado para que la carga transportada no exceda la masa máxima autorizada. Eso es lo que importa, el peso.
EliminarNo pensaba adquirir este camión pero esa cabina es inédita en mi colección y quería tenerla, por otra parte pronto verás evoluciones de ella en otras series de Ebro incluyendo hasta una tractora.
Abrazos!!
Muy bonita la tampografía y la recreación de los pallets con las cajas de cervezas.
ResponderEliminarCómo siempre digo no hay que subestimar la publicidad rodante y es que después de ver uno de estos camioncillos por la calle te entran unas ganas locas de hacer una birrita.
Saludos!
Eso siempre, pero yo soy de Cruzcampo!!
EliminarSobre todo con el calor que hizo estos días, cómo entra una "rubia" bien fresquita...
Brindo por ti y todos mis lectores, un saludo!