Volvo S80 MkI de Minichamps

El Volvo S80 es el automóvil del segmento alto del fabricante sueco desde 1998, habiéndose construido unos 400.000 ejemplares entre las dos generaciones habidas hasta 2014. La primera serie se construyó en la planta sueca de Torslanda y en la china de Chongquing, siguiendo un diseño de Doug Frahser de 1996 y estando solamente disponible con carrocería de berlina tricuerpo.

El S80 fue desde el inicio de comercialización (y como no podía ser de otra forma) un coche realmente seguro y muy respetuoso con el medio ambiente, cumpliendo con rigurosas especificaciones sobre su desmontaje una vez terminada su vida útil o mediante el uso de materiales que no contuviesen alérgenos. Inicialmente estuvo disponible con tres motores, comenzando por los de gasolina encontrábamos un 2.4 con cinco cilindros y 140 CVs, un 2.9 de seis cilindros y casi 200 CVs y para gasóleo estaba a la venta un bloque de origen VAG TDi con dos litros y medio que entregaba 138 CVs, siendo sustituido por otros ya de concepción Volvo con 2.4 litros y 131 o 163 CVs. Naturalmente la cosa no quedó ahí y sus motores fueron evolucionando hacia una mayor potencia y respeto por el medio ambiente, siendo la cumbre el 2.5 turbo de 300 CVs que traía aparejada la tracción total. No obstante, para aquellos mercados europeos que penalizaban las cilindradas altas estuvo disponible un dos litros turbo con cinco cilindros que desarrollaba 180 CVs. Para todos estos modelos estaba disponible la caja de cambios manual o automática con seis velocidades.

Los modelos de 2003 y 2004 sufrieron cambios estéticos de poca monta (sobre todo en el aspecto de la parrilla) hasta que el sustituto aparece en 2006, desvelándose en el Salón de Ginebra de ese mismo año.
























Volvemos a la carga con otro Volvo "moderno", con gran similitud (para mi gusto) con su hermano menor el S60. Esta miniatura, además, guarda gran relación con la otra por su buena calidad en conjunto aunque, para no faltar a la costumbre, también hereda los mismos problemas de adhesivos de mala calidad (en este caso, "volaron" los relojes del salpicadero). Obviando esto, el molde resalta por su precisión y su color así como por todo su detallado externo, con unas luces traseras francamente convincentes. Como el interior dicen que también importa mucho habrá pues que mencionar que es simplemente correcto y bastante sobrio, sin nada destacable ni por malo ni por bueno. Se nota que es una miniatura de transición, de cuando Minichamps estaba en vías de ser la marca de referencia que es ahora pero que aún arrastraba algunos pecados de juventud.

                                 Un S80 propiedad del Embajador de Suecia en Nueva York