Austin Montego 1.3 de IXO/Hachette

 

El Austin Montego fue un automóvil familiar producido por British Leyland entre 1984 y 1988 y posteriormente por Rover Group hasta 1995. Vendido sobre todo con las marcas Austin y MG, el Montego tuvo carrocerías tipo sedán de cuatro puertas y familiar de cinco; fue el último vehículo que llevó la insignia de Austin y tuvo como sucesores a los modelos Rover 400/600 y MG ZS.

El desarrollo en 1977 del Montego (un vehículo a caballo entre los segmentos C y D) tuvo como objetivo poner a la venta el sucesor de las gamas Marina y Princess para principios de los años 80. Finalmente el proyecto se demoró siete años y para entonces ya existían los sustitutos Morris Ital y Austin Ambassador, complementados por el Triumph (Honda) Acclaim lanzado en 1981.

Del mismo proyecto surgiría también una variante "hatchback" de cinco puertas llamada Maestro aunque el Montego ofrecía bastantes mejoras sobre él. Disponía (por ejemplo) de un motor más moderno y un tablero de mandos de calidad superior que incluso disponía de sintetizador vocal, instrumentación digital y ordenador de viaje. Si bien algunas de estas características se hallaban  también implementadas en el Maestro, en el Montego se añadieron indicadores de puertas abiertas, marcador de intervalos de servicio y hasta un tacómetro de estilo "rallye". Pero como era habitual en la marca no faltó la lujosa versión "Vanden Plas" con sus asientos de cuero o terciopelo, madera de nogal o espejos eléctricos, entre otros.

Tras la salida del sedán en abril de 1984 aparecieron poco después los modelos con carrocería tipo familiar (con una muy buena relación calidad/precio) y una versión deportiva 2.0 con turbocompresor de 150 CVs que alcanzaba una velocidad máxima de 203 Km/h y unos excelentes 7,3 segundos en la aceleración de 0 a 60 millas por hora, lo que le convirtió en el MG más rápido en la historia de la marca. El resto de los modelos podían optar a bloques de cuatro cilindros en línea a gasolina de 1.3, 1.6 y dos litros sin turbo, pero también existió una variante turbodiesel Perkins Prima con dos litros de cubicaje que logró muy buenas críticas.

Al igual que el Maestro, el Montego sufrió una fase de desarrollo demasiado larga y obstaculizada por los conflictos industriales sufridos por British Leyland y Austin Rover Group. También existieron muchas controversias con los diseños ya que habían tomado parte demasiados ingenieros diferentes que tuvieron que utilizar una sola plataforma para crear dos modelos muy alejados en dimensiones, un error que ya se había cometido antes con el Austin 1800 y el Maxi en la década de los 60. Esto fue a tal punto que cuando  en 1982 entró el nuevo diseñador jefe Roy Axe recomendó directamente desechar todo el proyecto y partir de cero.

Para tratar de salvar la inversión, Roy propuso un reemplazo en 1986 con el estilo de la nueva serie Rover 800 que habría sido designada como serie 400. Esta gama debía aparecer en 1989 pero por falta de fondos no se concretó; además el restyling del Montego dio una nueva vida al modelo, ganando en atractivo. Con ello, el Montego no se vendió mal del todo gracias a su suavidad de manejo, una suspensión excelente y unas prestaciones muy buenas en el caso del motor turbodiesel.

No obstante y debido a problemas de fiabilidad y calidad de construcción en las unidades iniciales, el público inglés dio la espalda en gran medida al Montego debido a ese daño en la reputación. No bastó ni el empleo de la alta tecnología en los acabados superiores pues terminó ocasionando fallos recurrentes y llegaron a ser considerados como una vergüenza para la marca. 

Por otro lado el Montego dependía mucho de su mercado interno y sobre todo del lucrativo sector de flotas, lugar en donde competía con el Ford Sierra o el Vauxhall Cavalier de GM. Éstos contaban con un mayor respaldo económico y una mayor cuota de mercado en Europa, sin contar con los descuentos u ofertas que ofrecían y la libre importación desde el continente de modelos libres de aranceles. No obstante se buscaron otros mercados donde ofrecer el Montego y sus adaptaciones locales, por lo que se llegó a ver en China, Nueva Zelanda, Taiwan, la India o Trinidad y Tobago.

Finalmente y tras haberse vendido sobre medio millón de unidades, el Montego se despidió en 1994 con una última unidad firmada por los empleados de la planta de Oxford exhibida actualmente en el British Heritage Motor Center de Gaydon. Debido a la mala calidad de la carrocería y la necesidad de aditivos para los motores a gasolina de antes de 1989, se estimaba en 2006 que no circulaban más de nueve mil unidades, haciendo del Montego y el Maestro parte de los coches ingleses más desechados en 30 años.

Recuerdo bien este Montego (habitualmente pintado en el mismo color verde de la miniatura) rodando por nuestras calles durante algunos años aunque no vimos apenas a su compañero, el Maestro. Coches bastante "insustanciales" a menudo ofrecidos con muchas ofertas pero que agradecían bien nuestros climas cálidos en contraposición al de las Islas, lugar en donde sus paragolpes se acababan despintando a menudo por la humedad. En fin, y procedente de la serie griega de Hachette, hace no mucho apareció este Montego 1.3 sedán, una réplica inédita (para mi) de un coche que yo no esperaba ver a 1:43: si alguien lo conoce de otra marca agradecería que nos compartiese la información. Sea como fuere la miniatura de IXO es muy digna y está bien lograda, siempre y cuando perdonemos cierto exceso de pintura que hace perder un poco las nervaduras de la carrocería, las ruedas sobredimensionadas y ese interior bien definido pero sin apenas detalle. En el resto encontramos cosas muy buenas, como la tampografía, el molde, unos faros delanteros exquisitos (se ve que cuando quieren no hay "pinchitos"!) y unos paragolpes muy bien definidos. Si bien se están pasando un poco con la reventa, el modelo merece la pena sobre todo por su originalidad y la calidad media, pero para muchos imagino que resultará totalmente prescindible.